El representante francés ante la ONU, Gérard Araud, interviene ante la prensa tras la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Malí, el pasado día 4. / UN Photo/J Carrier
Francia, como era de esperar, volvió a la carga con su plan de intervención en Malí y, esta vez, parece que ha logrado un importante avance
al lograr el apoyo de Estados Unidos que, hasta ahora, se había mostrado
reticente a una acción armada para acabar con la secesión tuareg del norte de Malí.
La diplomacia francesa sigue, sin embargo, enfrentándose a un duro escollo, el
de la oposición a sus planes de Argelia y Mauritania que han contestado a este giro americano, reafirmando su coincidente rechazo a la intervención internacional en sus fronteras.
Esta nueva ofensiva francesa se desencadenó el pasado día 2, cuando el representante francés ante la ONU, Gérard Araud, anunció en Nueva
York que estaba elaborando un proyecto de resolución en la ONU a favor de su
plan de intervención en Malí. Hubo una reunión a puerta cerrada en el
Consejo de Seguridad de la ONU el día 4, tras la cual se filtró que en el
departamento de Estado en Washington han decidido dar un giro y contentar a los
franceses dando luz verde a su proyecto.
Oficialmente, sin embargo, los portavoces de Hillary Clinton
siguen sin pronunciarse con claridad sobre la cuestión. No van más allá de
confirmar que mantienen “consultas muy intensas” sobre esta cuestión con el
Gobierno de Malí, los colegas franceses y los países que integran la Cedeao
(Ecowas en inglés) la organización a la que París ha recurrido para orquestar
una intervención que cumpla con el requisito de no ser nominalmente francesa y
colonialista.
De hecho, un ejemplo de ello, ha sido la visita que el
secretario de Estado Adjunto para Asuntos Europeos y Euroasiáticos del
Departamento de Estado de EE UU, Philip
H. Gordon, realizó el
pasado fin de semana a París para hablar con el Gobierno de Hollande
principalmente de la situación en Malí y, algo menos, de Afganistán donde los
americanos quieren que Francia mantenga su presencia militar. Allí Gordon aseguró al diario Le Monde:
“apoyamos a Francia y si decide que es necesario intervenir militarmente, puede
contar con el apoyo de Estados Unidos”.
Pese a esta declaración, en Washington han seguido eludiendo
en días posteriores contestar a la pregunta clave (¿apoyan o no una intervención
militar promovida por Francia?). El martes, un portavoz del departamento de Estado se limitó a decir al respecto, que lo que en Washington van a apoyar es una solución de la Ecowas “bien
desarrollada” , “bien pensada” y que los franceses están trabajando con esta
organización para que el posible plan cumpla con estas condiciones.
Esta indefinición no ha gustado en Argel que sigue oponiendo
un férreo rechazo a la intervención militar en el país vecino. Su respuesta al giro norteamericano ha
sido la de volver a reafirmar que lo que necesita Malí son soluciones políticas,
a través del diálogo, y no militares. El Gobierno mauritano también ha confirmado seguir en esta misma línea en una entente con Argel que el Gobierno de Hollande, hasta ahora, no consigue romper. El rechazo de Argelia y Mauritania incomoda a la Ecowas que quiere contar con estos dos países
que no forman parte de la organización pero cuya colaboración es esencial para
el éxito de una operación militar.
P.D Queridos y sufridos lectores, ya sé que ha sido una larga ausencia pero se me ocurrió volver a las aulas universitarias y los exámenes se juntaron con el Ere de El País. Para los curiosos sobre este asunto (lo de las notas es secreto) podéis consultar mi página de diario corto a la que todo el mundo tiene acceso aunque no sea de facebook:
http://www.facebook.com/enarenasmovedizas?fref=ts
Saludos, Ana
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