Refugiado de Malí en Burkina Faso.
Foto: UNHCR / H. Caux
Por ahora, no hay mandato de la ONU para la intervención de los países de la Comunidad Económica de los Estados del África Occidental (CEDEAO) en Malí. En la reunión de ayer para tratar la cuestión, Ban Ki-moon le dio la razón a Francia y sus aliados africanos: la secesión tuareg está convirtiendo el norte del país en un santuario terrorista. Pero, a la hora de tomar medidas, se ha limitado a recomendar al Consejo de Seguridad unas “sanciones selectivas, financieras y la prohibición de viajar, para individuos y grupos de Malí que estén implicados en actividades terroristas, extremismo religioso y actividades criminales”.
En términos parecidos, reaccionó Gerard Araud, el embajador francés ante la ONU en Nueva York. Algo crispado, vino a decir que la fuerza africana que París apoya, puede pasar de resolución de la ONU para actuar porque, legalmente, para intervenir en Malí, basta con que se lo pida el Gobierno de Bamako y eso está hecho. Pese a ello, Francia va a seguir intentando obtener una resolución de la ONU. Se supone que prefieren no correr el riesgo de que les acusen de violar la legalidad de la ONU, como le ocurrió al presidente Bush cuando lideró la intervención en Irak que acabó con Sadam Hussein. Puede que tengan otra oportunidad para ello el día 11.
1 comentario:
Ana:
Me ratifico: ¡estás majísima, estás...! según la foto de Espacios Europeos.com. Ángel Manuel.
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