Una mirada a África como tablero de la geopolítica internacional
viernes, 11 de noviembre de 2011
EL FRACASO DE LA ONU, UN RENTABLE NEGOCIO PARA MARRUECOS
En cambio, para los marroquíes, infractores desde 1975 de la Ley por la que la ONU debería velar, todo son ventajas: no tienen que preocuparse como en el pasado de la guerra con el Polisario porque si los saharauis se mueven, Francia –la gran aliada de los monarcas alauitas Marruecos- promoverá una resolución para declararlos terroristas y acabar con ellos con una intervención armada como la que barrió a Laurent Gbabo en Costa de Marfil o a Gadafi en Libia.
Mientras los invasores marroquíes del Sáhara hacen lo debido para que la comunidad internacional crea que el referéndum es una opción inviable, saboteándolo y aplazándolo (para ello la ONU les dio un absoluto control hasta de los horarios de trabajo de la MINURSO, seguirán explotando ilegalmente las riquezas saharauis (sólo en fosfatos ingresan unos 1.250 millones al año) sin que tampoco nadie les pare los pies; lo que se ahorran en defensa gracias al alto el fuego ni siquiera revierte en el pago de una misión (100.000 dólares al día de gasto en 1994) que les subvenciona la “comunidad internacional”…
Los marroquíes pueden dar fe de que una misión de la ONU puede convertirse en un provechoso negocio para quienes, como ellos, hacen lo posible para garantizar su fracaso: a pesar de que la ONU no reconoce a Marruecos como la autoridad administradora del Sáhara Occidental, en El Aaiún los marroquíes reciben de la ONU hasta el dinero correspondiente a los cascos azules que se alojan en hoteles propiedad de saharauis. Gracias a ello, esos emprendedores saharauis cobran cuando a los invasores les da la gana mientras las autoridades ocupantes logran nuevas y sustanciosas vías de financiación con un dinero que no les pertenece. Menudo chollo.
miércoles, 9 de noviembre de 2011
EL FRACASO DE LA ONU, EL GRAN ÉXITO DE MARRUECOS
En Rabat siguen celebrando el 6 de noviembre como el día en que Marruecos "recuperó" el Sáhara Occidental con la Marcha Verde, una supuesta invasión pacífica de 350.000 civiles que, con el Corán en mano, cruzaron la frontera internacional hace 36 años cuando el territorio todavía era colonia española. El discurso de este fin de semana que ya comenté, en el que Mohamed VI se proclama gran entusiasta de la ONU, fue pronunciado para conmemorar lo que en la prensa del majzén celebran como "una de las etapas más señaladas de la epopeya de la independencia".
En realidad, lo que debería de verdad celebrarse en Rabat como un gran logro, es el aniversario en septiembre del desembarco en el Sáhara Occidental de los cascos azules de la ONU. Este año la MINURSO, (Misión de Naciones Unidas para el referéndum del Sáhara Occidental) cumplió nada más y nada menos que veinte años. Veinte años sin lograr organizar el dichoso referéndum con el que los saharauis deberían poner término a su proceso de descolonización, según la propia ONU.
Lo que hacen en el Sáhara los cascos azules es para la mayoría de los mortales un misterio del que ya hablé en el Gees. Basta sin embargo repasar los escritos y conferencias de altos funcionarios e insignes diplomáticos, nada sospechosos de izquierdismo ni de simpatías propolisarias como Francesco Bastagli o el embajador estadounidense y muy republicano Frank Ruddy, para dar con el meollo de este escandaloso fracaso de la ONU: la culpa de que no se haga el referéndum es de la negativa de Marruecos a cumplir con sus compromisos y la alevosa dejación de Naciones Unidas de sus responsabilidades.
A esta vergonzosa situación han contribuido desde Naciones Unidas figuras con gran halo de prestigio en otros frentes, como Kofi Annan, recientemente muy citado en España por encabezar la supuesta conferencia internacional de paz para el País Vasco. Tanto Kofi Annan como su antecesor en el cargo de secretario general de la ONU, el egipcio Butros Butros Gali no sólo pusieron extraordinario cuidado en no decir nada malo de la actitud obstruccionista y saboteadora marroquí, sino que se empeñaron a fondo en silenciar a quienes, como el embajador Frank Ruddy, denunciaron lo mal que le sentaba al prestigio de la ONU su fracaso con el referéndum saharaui. Todo un éxito para la diplomacia alauita. No sé por qué no lo celebran en Rabat, con discurso del rey Mohamed incluido.
PD. Mundo Negro y el aniversario de la MINURSO. El 20 aniversario de la MINURSO ha pasado inadvertido en la prensa española donde, seguramente, habrá habido compañeros proponiendo el tema y recibiendo por respuesta lo de "es que el Sáhara no interesa". Pero como yo tengo la enorme suerte y honor de colaborar con Mundo Negro, el medio de referencia en España para asuntos africanos, donde nunca se olvidan del Sáhara, aquí os dejo el enlace a un pdf con mi modesta aportación sobre el tema: Mundo Negro, n. 565, septiembre de 2011.
martes, 8 de noviembre de 2011
TITULARES CON TRAMPA SOBRE MOHAMED VI Y EL SAHARA
A Mohamed VI no le sirve para cumplir esta falsa promesa cualquier resolución: tiene que ser una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, y no de la Asamblea General. Además, en el texto (aquí lo tenéis) el rey dice muy claro que toda esa supuesta “cooperación” tiene otro condicionante: que todo vaya encaminado «en el marco de la unidad nacional y de la integridad del Reino». Es decir, saltándose a la torera el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui reconocido por decenas de resoluciones de la ONU y un dictamen del Tribunal Internacional de La Haya.
Lo suyo es que sea la Cuarta Comisión de la Asamblea General, dedicada a los procesos de descolonización, la que dirima el asunto. Pero a Mohamed VI le viene mejor que en la ONU se discuta del tema como si se tratase de un conflicto cualquiera entre dos partes discordantes, y no como lo que la ONU dice que es, un proceso de descolonización truncado por una invasión que hace 36 años atropelló el derecho internacional que ampara la autodeterminación saharaui. Además, en la Asamblea General las votaciones en las que participan todos los miembros de la ONU nunca le fueron favorables a la causa del anexionismo alauita. Ni siquiera la incondicional alianza de Francia, o su amistad con EEUU, o sus tejemanejes con Inglaterra, Rusia y China le han servido para superar el déficit de votos que tradicionalmente ha padecido en la Asamblea General por el mayoritario apoyo que la causa saharaui ha recibido especialmente desde Latinoamérica y África.
Menuda diferencia para Marruecos con el Consejo de Seguridad donde los asuntos se los guisan y se los comen en petit comité, con las grandes potencias con derecho a veto intercambiando cromos entre sí (yo te doy uno sobre el Oriente Próximo que es tu prioridad, por ejemplo, y tú me das el que yo tanto necesito en el Magreb). Gracias a ello, la MINURSO –la misión de las Naciones Unidas para el referéndum del Sáhara Occidental- lleva 20 años mareando la perdiz a gusto de los invasores del Sáhara: sin organizar la consulta que nunca quisieron y, sobre todo, sin señalar el culpable de su fracaso. Menos van a decir ahora que el propio Marruecos acaba de ocupar uno de los sillones de los miembros no permanentes del Consejo de Seguridad.
PD. Manifestaciones por el Sáhara. Se cumple un año de la tragedia de Gdeim Izik, se cumplen 36 años de la invasion marroquí del Sáhara. ...Los simpatizantes de la causa saharaui han convocado actos y manifestaciones (la principal, la gran marcha del sábado contra los acuerdos de Madrid). Se lucha contra el olvido promovido por el propio gobierno socialista, empezando hoy con una protesta ante la embajada de Marruecos. No tienen a su favor el “pásalo” convocando desde Ferraz como en el “No a la guerra” de Irak. Pero, desde los territorios ocupados, los saharauis dan muestras de agradecimiento. Ejemplo de ello son los integrantes del grupo de derechos humanos ASADEDH que, a pesar de la represalia que les puede costar el gesto, se han adherido con un comunicado público a la Carta enviada a la ministra Trinidad Jiménez por varias ONG españolas y saharauis para exigirle que intervenga ante Marruecos para que cese la violación de los derechos humanos en el territorio y España ejerza esas obligaciones con el pueblo saharaui que la ONU, 36 años después, todavía le sigue asignando.