El café Argana de Marrakech, tras la explosión de la bomba.
En Marruecos miles de simpatizantes del movimiento 20 de febrero, responsable de las quedadas por facebook para exigir al régimen libertades y justicia, se volvieron ayer a echar a la calle. Dice France Press que esta vez han sido 7.000 los que se han sumado y que, además de llevar pancartas por la reforma constitucional y contra la corrupción, los disconformes han escrito y coreado consignas con mucho énfasis en el “no al terrorismo” y recordando a su rey que “la reforma es la mejor manera de luchar contra la violencia”.
Con ello queda claro que la gente de la calle que pide reformas en Marruecos y otros países del norte de África no busca necesariamente, como sostienen algunos analistas aupar al poder a algún ayatolá a lo Jomeini y quiere sinceramente un cambio que no sea el de la temida agenda oculta de los fanáticos islamistas. Además, este mensaje también refleja que la sospecha de que el atentado que causó 14 muertos en Marrakech el pasado día 28 sirva de coartada para aplazar, una vez más, un cambio de régimen, está muy extendida entre la opinión pública marroquí. De hecho, la manifestación se convocó tras saberse que la propia Al Qaeda ha negado en un comunicado haber tenido nada que ver con la bomba que el régimen marroquí le ha atribuido.
Alí Mrabet, periodista marroquí al que el régimen de Mohamed VI le sigue prohibiendo ejercer su profesión en Marruecos (menos mal que está san Internet), ya lo había hecho correr a través de su Facebook desde el viernes. En su Demain Online también contó que en Rabat ha habido analistas voluntariosos que han intentado hacer cargar con el mochuelo de la matanza al Frente POLISARIO. El régimen sin embargo, al que le encanta ligar el terrorismo islámico con la lucha del pueblo saharaui contra la invasión marroquí, no se ha atrevido a ir por ese camino con el que mataría dos pájaros de un tiro, las demandas de los demócratas marroquíes y las de la autodeterminación saharaui.
Así que, si no ha sido Al Qaeda, ni el Frente POLISARIO, ¿quién puso la bomba en el Argana? Tras la fallida noticia del terrorista suicida muerto entre los escombros vino la de la detención de los tres supuestos autores materiales del atentado, ¿qué van a hacer con ellos? Ojalá, con motivo de la visita del rey Juan Carlos a Marruecos (la oficial que comienza hoy tras acabar con la estancia privada), sepamos algo más. Por cierto, ¿a qué se debe realmente el motivo de este viaje? En la entrega del premio Cervantes a Ana María Matute no se le veía a nuestro Rey con cuerpo para mucho viaje. Menos aún para afrontar el estrés de unas vacaciones expuestas supuestamente a un alto riesgo del terror yihadista.
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