Una mirada a África como tablero de la geopolítica internacional

sábado, 27 de febrero de 2010

REUNIÓN EN NUEVA YORK: EL SÁHARA EN LA PRENSA ESPAÑOLA ( y II)



Manifestación por el Sáhara en Madrid, en diciembre de 2009.

D
esde un punto de vista estrictamente profesional hay otro detalle sobre la información que se dio en relación a las conversaciones en Nueva York entre el POLISARIO y Marruecos que llama poderosamente la atención a cualquier periodista que conozca la cocina de un periódico: la gran mayoría de los diarios que dedicaron un espacio al término y balance de la reunión, utilizaron como materia prima despachos de la agencia de noticias española Efe y, en concreto, una nota procedente de la delegación en Nueva York titulada: “Marruecos: `Argelia es la clave en las negociaciones sobre el Sáhara”.

Esta información de la principal agencia española reproducía las declaraciones que el representante del rey Mohamed VI (el ministro marroquí de Exteriores Taieb Fassi Fihri) hizo al término de la reunión en una rueda de prensa cuya idea fuerza es que la culpa de que el conflicto del Sáhara español no se acabe es de los independentistas (el Frente POLISARIO) y, sobre todo de la pérfida Argelia que los apoya. De ahí se explayó el ministro al resto de las variantes de esa tesis del argumentario anexionista que sostiene que el Polisario es un títere manejado por sus envidiosos vecinos argelinos para impedir que un Gran Marruecos les haga sombra.


El éxito que tuvo el ministro marroquí se refleja en la fidelidad con la que los diarios que recurrieron a esta información apenas variaron el titular elegido por la agencia obteniendo resultados muy similares. Por ejemplo: “Argelia es la clave en las negociaciones sobre el Sáhara”; “Marruecos ve en Argelia “la clave” para negociar sobre el Sáhara o “Marruecos: Argelia es la clave en las negociaciones sobre el Sáhara”…


Puede que, como el comunicado de Ross y los no resultados de la reunión no daban de sí para titular (realmente nada titulables), la mayoría de los diarios buscasen algo más saleroso y lo buscaron, como se suele hacer, en los comentarios que a veces hacen los protagonistas de determinado evento una vez fuera de la sala de los misterios. Puede además, que el ministro marroquí le ganase la mano ese día con su ingenio y reflejos a los representantes del POLISARIO que no acertaron a ofrecer una frase con igual garra e interés para que acabase en un titular. Pero, tanta repetición y similitud entre diarios supuestamente competidores, da qué pensar en unos momentos en los que las redacciones bullen intentando resolver el enigma que alimenta una de sus tantas crisis: qué es lo que buscan los lectores que abandonan la prensa seria (la tradicional con origen en el soporte de papel) para buscar nuevas emociones en la era Internet.


Indudablemente, a esta uniformidad contribuyó el que la mayoría de los diarios no enviasen a alguno de los suyos al lugar de los hechos, situado en Armonk, a menos de una hora de la Gran Manzana donde todo diario serio que se precie tiene a por lo menos a un colaborador de confianza. La presencia de un enviado especial a pie de obra siempre ha sido reflejo del interés especial que una publicación tiene con determinado tema o evento (me refiero a los previsibles como esta reunión) frente a los asuntos menores para los que basta con las agencias. También hay que decir que lo normal en la prensa tradicional ha sido hacer lo posible por tener el mayor número de informaciones firmadas por redactores de la casa: se supone que una firma propia indica al lector un valor añadido frente a los competidores que se tuvieron que contentar con lo que tienen todos (las agencias).


Vale, los malditos recortes de gastos introducidos en los periódicos por la crisis económica obligan a ser muy estrictos con los desplazamientos del personal y el pago a colaboradores y, además, ese día 12 (final de la reunión) hacía un día de perros en Nueva York por ese impresionante temporal de nieve que fue noticia en todos los telediarios. Eso sin contar con que en la era de Internet, un especialista (un periodista que sigue determinado tema habitualmente) tiene medios para poner el oído allí donde las restricciones económicas le impiden llegar y, en principio, su credibilidad no tiene por qué quedar menoscabada. Puede hacerlo desde cualquier parte del mundo excepto desde Marruecos porque, a estas alturas es archisabido que un corresponsal español corre el riesgo de ser expulsado si al hablar del problema del Sáhara no lo hace como le gusta al rey Mohamed.


Hay, sin embargo, otro problema a destacar en cómo se utilizó la información de Efe y es el uso exclusivo de esas declaraciones del ministro marroquí para llenar el hueco dedicado a la reunión. Con ello, prácticamente sólo quedaba reflejada una voz, la del anexionismo marroquí y eso no es muy equilibrado que se diga en una redacción estrictamente informativa como es la de ese género periodístico que llamamos noticia. Como mínimo falta la versión de la otra parte en el conflicto.


La culpa en este caso no es de Efe, de esa faceta de agencia estatal que la pone en conexión directa con la sintonía promarroquí de Moratinos. Aún suponiendo que no hubiese mejor título que el brindado por la gran frase del ministro marroquí, hay fórmulas para sortear esas carencias y reequilibrar la noticia. Es algo más laborioso porque, en lugar de un corta y pega integral de un único texto (qué maravillosa diferencia con los tiempos en que las agencias llegaban en papel y no directamente a la pantalla del ordenador), obliga al editor al que le haya tocado la tarea perder un poco de tiempo con una labor de encaje más fina en la que se toma sólo una parte del texto con el que se titula. Así queda espacio para enriquecer o completar con material de documentación, unas declaraciones de la otra parte logradas con una llamada de teléfono o con otros corta y pegas de otras noticias de agencias relacionadas. Es lo que hizo uno de los diarios de la muestra que, a pesar de firmar con la agencia Efe, le dio un aire distinto al tema con algunos añadidos y destacados (títulos cortos) que hacían referencia al “enrocamiento de Marruecos” y el impacto que ha tenido el Haidargate en la trastienda de la batalla diplomática por el Sáhara.


Además, aunque los medios que se inclinaron por el método rápido no hubiesen tenido ni Reuters ni France Presse (son lo último que se recorta), hay que decir en defensa de nuestra agencia oficial que ese día ofreció un amplio surtido de cables relacionados con el conflicto del Sáhara.


Por ejemplo, no hubiese estado de más restarle algún párrafo al ministro marroquí para incluir al menos uno, de otra noticia que ese día Efe tituló: “Las minorías del Congreso piden suspender la cumbre entre Marruecos y la Unión Europea” . Como también se le podía haber dado algo de bola a la otra redacción dedicada por la agencia sobre el apoyo de EEUU a la reunión, con poca chicha hay que decir, pero curiosilla por eso de que se tomen la molestia en Washington de darse por enterados del evento.

Tampoco tuvo gran éxito otro cable de la agencia que ese mismo día anunciaba en su título que “Marruecos devuelve su documentación a grupo saharauis que intentó viajar a Tinduf”, y eso que era una noticia positiva para Marruecos. Alguno de los diarios que el día 12 la ignoró, la publicó en cambio tres días más tarde, lo cual viene a demostrar que la noticia tenía su interés.

Ya que estamos, también se podía haber incluido un parrafito de la otra curiosa información de Efe, fechada en Nuakchot que se tituló “Mauritania transmite a la ONU su “total neutralidad” en el conflicto saharaui” y que hace referencia a las dudas sobre un posible cambio de postura de Mauritania sobre el tema que surgieron con un viaje del embajador de Mauritania en Rabat (Chej El Avia Uld Mohamed Juna) hace dos meses al Sáhara ocupado. Es un desmentido de los rumores que desataron sus declaraciones sobre “los esfuerzos de desarrollo desplegados por Marruecos”, lo cual da la idea de lo necesario que ha sido por el régimen mauritano aclarar una confusión que viene ligando los rumores de cambio de postura de Mauritania sobre el Sáhara a una reorientación promarroquí impulsada por los militares que hace un año derrocaron al gobierno elegido en las urnas…


Y con la bronca política que tenemos montada entre PSOE y PP, en la que cualquier asunto sirve de pretexto a los partidos para animar el circo mediático, lo sorprendente es que ningún medio de derechas tuviese la mala idea de sacarle punta a esas declaraciones del delegado saharaui en Canarias sobre el papelón de Felipe González haciendo de relaciones públicas al demócrata de Mohamed VI…Ya sé que a Antónia y a Conx les pide el cuerpo que el análisis continuase con las noticias que no se han dado esta semana sobre la pesca ilegal y los saharauis en huelga de hambre pero la muestra elegida para la ocasión se limita a la reunión sin resultados de Nueva York. Y en cuanto a los artículos de opinión u análisis colaterales, ahí entramos en otro género periodístico. Para otra vez ¿os parece?

miércoles, 24 de febrero de 2010

NÍGER Y LA PARTIDA SAHELIANA


E
l golpe de estado en Níger coincide con un interesante movimiento de peones en el tablero norteafricano en el que la carrera por el control de grandes recursos mineros y energéticos se cruza con un creciente interés en Europa y EEUU por la lucha contra el terrorismo internacional en los países Sahel.

Níger, ex colonia francesa, es un país de gran importancia estratégica tanto por su situación geográfica, en el corazón del cinturón saheliano clave para la estabilidad de nuestros vecinos del Magreb, como por sus enormes e inmensas riquezas mineras de uranio, fosfato y oro. Aunque nos suene más como referente de peregrinaciones solidarias y campañas de solidaridad para la lucha contra el hambre (María Teresa de la Vega, sin ir más lejos, hizo allí su primer viaje como embajadora de la nueva diplomacia ética de Zapatero), sólo por lo que se refiere al uranio, Níger es el tercer productor mundial por detrás de Canadá y Australia. En 2009, Níger ya producía unas 3.300 toneladas anuales de este preciado mineral gracias a dos grandes minas a las que ahora se va a añadir la explotación de otros dos prometedores yacimientos: se calcula que para 2012 habrán aupado a Níger hasta el segundo puesto de los grandes productores de uranio con un total de 5.000 toneladas anuales.

Hasta 2007 la explotación de esta inmensa riqueza la tuvo en exclusiva la empresa francesa Areva, número uno en el mundo en lo que se refiere a la producción de energía nuclear con fines civiles y que, participada en un 91% por el estado, ha sido uno de los motores de la expansión del gigante eléctrico francés EdF (también de propiedad estatal). Areva fue noticia en la prensa francesa a principios de febrero cuando se anunció un acuerdo para que esta empresa contribuya a la “electrificación” del gigante gasista Gas de Francia Suez (también participado por el estado francés), en el marco del diseño que Sarkozy lleva trabajando, desde antes de ser presidente, para que esta empresa se convierta en el segundo grupo francés situado en la lista de los grandes de la energía mundial.

La vital importancia que la producción de uranio de Níger ha tenido durante más de cuatro décadas para el programa de energía nuclear sobre el que la Francia de De Gaulle apuntaló su famosa equidistancia entre los dos dos bloques de la guerra fría, comenzó a complicarse en 2007. Una rebelión de la población tuareg en el norte del país, escenario de la producción minera, se sumó al descontento popular generalizado ante la nula incidencia en el desarrollo del país de los grandes beneficios que generan las exportaciones de uranio que suman más del 70% de sus ingresos totales.

Los ataques tuareg a las instalaciones de Areva no desanimaron al gobierno de Níger a negociar nuevas licencias de explotación con algunos de los muchos interesados en abrirse un hueco junto a la omnipresencia francesa en la ex colonia africana, especialmente de las potencias emergentes asiáticas (India y China) muy necesitadas de esa energía que, dicho sea de paso, todo apunta a que la crisis y el ejemplo del presidente Obama van a disparar en bolsa.

China, en especial, se hizo con un acuerdo de explotación de uranio en Azelik, en el norte de la región de Agadez donde ya tenía concesiones Areva. El proyecto moviliza una inversión de 300 millones de dólares que se esperaba diese frutos para este año a un ritmo de 700 toneladas de nueva producción.

Quién sabe si esta “diversificación” no haya tenido algo que ver con el derrocamiento del presidente Mamadou Tandja o con la determinación con la que este gobernante elegido en las urnas, se había negado a abandonar el poder en diciembre (el pueblo se lo había pedido así, dijo), contraviniendo la constitución del país y una sentencia del Tribunal Constitucional que le había conminado a cumplir con la Ley.

La entrada de China en el negocio del uranio nigerino sí coincidió en 2007 con el inicio de una gran crisis entre Níger y Francia. Visto desde París, no era para menos: los chinos también les habían metido otro gol en lo que los franceses consideran su casa, al hacerse con los derechos para iniciar la explotación de los yacimientos de crudo con los que Níger ha entrado recientemente en el mapa en expansión de la producción petrolera africana. Desde el lado africano, se respondió con grandes manifestaciones callejeras contra Areva y la expulsión por parte del Gobierno de Tandja del jefe de operaciones de esta empresa al que acusó de promover la rebelión tuareg.

Tras dos años de tensiones, sin embargo, el conflicto entre ambos gobiernos, al menos en lo que se refiere al negocio del uranio, se zanjó en 2009 con la concesión a Francia de la explotación de la mina de Imouraren que se dice es la segunda mayor mina de uranio del mundo. De hecho, el Gobierno de Sarkozy ha condenado el derrocamiento de Tandja aunque, a diferencia de lo que ocurrió en Honduras con el presidente Zelaya (el que también quería prolongar su estancia en el palacio presidencial como fuese) se ha dado a entender que se lo tiene merecido porque, en realidad, el golpe lo inició él cuando se negó a dejar la silla.

El uranio no es la única pista a seguir con esta pieza del complejo entramado saheliano. El golpe en Níger también coincide con un intento por parte del gobierno de Argelia de afianzar su papel de mediador para la solución del conflicto entre los gobiernos centrales de Níger y Mali, con los rebeldes tuareg. Un papel que Francia hace todo lo posible por deslucir para seguir siendo la primadonna indiscutible en el norte de África. Además, todo esto se junta con la ofensiva de europeos y americanos están dando para definir una línea de acción contra las redes de Al Qaeda en el Sahel. Un movimiento que, desde Argel, es percibido como una carrera a ver quién llega antes para, con el pretexto de la lucha contra el terrorismo, proporcionar ese tipo de ayuda económica y defensiva que garantiza la injerencia en los estados y el control de sus recursos.

domingo, 21 de febrero de 2010

REUNIÓN EN NUEVA YORK: EL SÁHARA EN LA PRENSA ESPAÑOLA

Como era de esperar, ninguna novedad en la nueva reunión celebrada por el Frente Polisario y Marruecos la semana pasada en Armonk (a unos 50 kilómetros de Nueva York). Se trataba de un encuentro informal para preparar la quinta ronda del proceso de negociaciones iniciado en 2007 en Mahasset. Lo más interesante, en mi opinión, ha sido ver cómo lo daba la prensa española, me refiero a la prensa tradicional porque es en los diarios de papel que reivindican una mayor seriedad informativa frente a la prensa-Internet, donde se encuentran interesantes pistas de por dónde van los tiros a nivel político.

Las conversaciones empezaron el jueves día 11 de febrero y terminaron el viernes día 12. Así que en el fin de semana se podía hacer un pequeño balance de lo que habían publicado sobre el tema en El País, El Mundo, La Vanguardia, Abc, La Razón, La Gaceta y Público. A partir de aquí no voy a volver a nombrar los medios que luego saltan las susceptibilidades y ahí está Sahara.info (imponente labor recopilatoria) para verificar con más detalle.

La información fue escasa. Allí donde se dedicó un hueco al encuentro el texto exhibía un tono aséptico como requieren los cánones de la objetividad. Sin embargo, llama la atención el uso frecuente de la palabra “independentista” para identificar al Polisario que da la idea al lector que no está muy puesto en el tema de que estamos hablando de un movimiento que lucha por la independencia de una región que forma parte de otro estado soberano.

Los aficionados al tema lo tenemos muy claro que el Sáhara sigue sin descolonizar de acuerdo a la doctrina de la ONU y que el Polisario es un movimiento de liberación como lo fue el MPLA en Angola en los tiempos de la colonización portuguesa o la SWAPO en Namibia, luchando contra la ocupación de la Sudáfrica del apartheid que durante décadas defendió que este territorio era una de sus provincias. Pero la gente que sólo sabe del Sáhara cuando sale en la prensa tradicional y está sujeta a una sequía informativa pertinaz suele quedar confundida con lo del independentismo que asocia al terrorismo de ETA.

Una de las razones de esta confusión la podemos apreciar en la información sobre las conversaciones en Armonk. Lo normal es que al dar la noticia de este tipo de eventos, la prensa seria ponga al lector en antecedentes. En este caso la máxima pista que se nos da es que “las dos partes han celebrado cuatro rondas de negociación formales desde que el Consejo de Seguridad les instó en el 2007 a reanudar el diálogo directo, pero el proceso lleva dos años estancado”. Ninguna referencia a que Marruecos está en el Sáhara porque lo invadió contraviniendo un dictamen del Tribunal Internacional de La Haya en 1975.

En cuanto a la celebración del referéndum, como mucho, se alude a la consulta como si se tratase de una opción de los “independentistas” saharauis (“para el Polisario, la autodeterminación de la ex colonia española pasa por la celebración de un referendum”) frente a lo que propone la parte marroquí (“Marruecos sostiene que la única salida realista al conflicto es la propuesta de autonomía que presentó en el 2007 y se niega a discutir cualquier otra opción).

La conclusion para un lector recién llegado es obvia: como no se le recuerda que el referéndum es la consulta a la que el pueblo saharaui tiene derecho de acuerdo a las resoluciones de la ONU y como también se obvia que Marruecos ha impedido a los cascos azules en el Sáhara organizar la consulta que está pendiente desde 1991, el rey Mohamed queda libre de toda sospecha de estar cometiendo una flagrante violación del derecho internacional. Como mucho, es un cabezota que no contempla ninguna otra salida más que la autonomía opción, pero casi en igualdad de condiciones con la supuesta tozudez con la que el Polisario defiende el referéndum que, ya hemos deducido, se han sacado de la manga en una alarde de creatividad política.

El sentido de las crónicas le llevarán al lector desprevenido en la misma dirección al hacer un balance del encuentro salpimentado de frases que dejan constancia de que “las posturas de Marruecos y del Frente Polisario siguen siendo irreconciliables” y que el propio enviado personal para el Sáhara del secretario general de la ONU Christopher Ross, “constató el alejamiento entre Rabat y los saharauis”. En este contexto, hasta parece normal que Ross no se inmute poniendo en un mismo plano de igualdad a agresor y agredido al emitir un comunicado que rezuma desconsuelo con este tipo de constataciones: “Se presentaron y discutieron de nuevo las propuestas de las dos partes. Al final de la reunión, ninguna de ellas aceptó que la propuesta de la otra fuera la única base de futuras negociaciones". Con estos elementos, ¿qué va a pensar el lector desmemoriado o desinformado? Pues eso, que lo que pasa en el Sáhara es que “Marruecos y el Polisario no logran acercar posturas”.

lunes, 8 de febrero de 2010

¿QUÉ ES UN ESTADO FALLIDO?

La situación en Somalia o en Haití han puesto muy de moda el peligro que entrañan los estados fallidos para la suerte de sus poblaciones y la comunidad internacional, y en particular para los países vecinos. Los aliados españoles de la política expansionista de Mohamed VI, ya sean del PP o del PSOE, lo están aprovechando a conciencia, especialmente después de que la batalla librada por Aminetu Haidar en Lanzarote diese al traste con algunas de las más valiosas piezas de su argumentario a favor del abandono del Sáhara, especialmente las que giran sobre el eje de de que la generosidad y ayuda a Mohamed VI, tienen asegurada la reciprocidad.


Efectivamente, Ernesto lleva razón en su comentario, se impone un análisis de los fundamentos, desarrollo y consecuencias de esta profecía promarroquí (un Sáhara independiente se convertiría inevitablemente en un estado fallido) que persigue agitar el miedo de quienes tienen cogido el tema con alfileres y convertir en un interés nacional el abandono definitivo del pueblo saharaui. Seamos realistas, cuando se habla de estado fallido, la mayor parte de los españoles conectan con la descomposición de Somalia y la visión de una enorme cueva de piratas cortocircuitando el tráfico marítimo a tiro de piedra de las Canarias, da un ropaje de mucha sensatez a quienes defienden que nuestro interés nacional estriba en evitarlo, aunque sea a costa del sacrificio del muy noble pueblo saharaui. De ahí a convertir en un acto de patriotismo la renuncia al ejercicio de nuestras responsabilidades internacionales, es cosa hecha.


Así que, poco a poco, pero me he puesto a ello. La cuestión es de lo más compleja y, lo admito, tengo una enorma facilidad para distraerme del objetivo principal y divagar. Por ejemplo, como una es muy metódica, lo primero, es empezar por definir qué es un estado fallido. Un amigo, de los que está convencido de que el presidente Chávez lleva razón y que el terremoto de Haití ha sido provocado por un arma secreta del imperialismo yanki, me ha sugerido que echase un vistazo a la definición de Noam Chomsky, el famosísimo lingüista, filósofo, escritor y analista político norteamericano (Filadelfia, Estados Unidos, 1928).


Se me ocurrió que el recurso a Chomsky, tan alabado y admirado por la izquierda y más desde que Chávez aconsejase su lectura a toda la ONU, podría además aportar alguna luz sobre el pensamiento de Zapatero (al que el intelectual americano ha alabado con mucho entusiasmo), Moratinos y, sobre todo, Máximo Cajal. Sí, porque el asesor de Zapatero para la Alianza de Civilizaciones tiene en común con este venerado académico, además del rescate de la llamada memoria histórica, el defender que no debería haber impedimento para que Irán tenga armas nucleares lo cual me parece una interesante pista en materia de política exterior zapatista y sus puntos de referencia, que es a lo que vamos.


Pues dice “el activista tenaz y sempiterno idealista”, que “estado fallido es el que no logra suministrar seguridad a su población, garantizarle derechos dentro y fuera del país o mantener el funcionamiento (no meramente formal) de las instituciones democráticas”. Inevitable pensar en Haití donde derecha e izquierda han acabado coincidiendo en que el fracaso del estado ha sido lo que ha disparado el efecto asesino de la escala Richter a pesar de que la gran diferencia entre las dimensiones del drama en los barrios ricos (mínima) y pobres (inenarrable) podría ser interpretada como un elemento a favor de las tesis conspirativas de Chávez (todo estuvo planeado y la clase capitalista fue debidamente alertada por sus protectores en Washington).

Lo sorprendente es que llegados a la unánime conclusión de que gran culpa de la tragedia humanitaria en Haití tiene que ver con su condición de estado fallido, a nadie se le haya ocurrido remediar el asunto proponiendo su suspensión de la lista de estados soberanos o promover su unión a la República Dominicana para acabar con una división de la isla La Española introducido por las intromisiones coloniales…


Todo lo contrario, he repasado atentamente las crónica de los enviados especiales en El País, y allí hasta María Teresa de la Vega ha ido a decir que “ni España ni la Unión Europea les vamos a fallar a los haitianos”, cuidando de no meter el dedo en la llaga del fracaso institucional. En todo caso, cuando desembarcaron al escenario del desastre las tropas norteamericanas, hubo quien tuvo mucho cuidado en alertar sobre una posible invasión y anexión del imperialismo yanki para dejar sentado que Haití es un “país soberano” y “lo está haciendo lo mejor que puede”. Dicho sea de paso, los que más suspicaces se pusieron con los soldados enviados por Obama para abrir paso a la ayuda internacional y, sospecho, con los aplausos de entusiasmo de los ciudadanos de Haití (que quizás se hicieron ilusiones de que los iban a anexionar), fueron los diplomáticos franceses.

Lo lógico es que la diplomacia gala, que desde 1974 viene advirtiendo que el Sáhara español no reúne condiciones para ser un estado independiente, esté tan aprensiva con una hipótesis no verificada pero, en cambio, no aplique su diseño de “mejor grande que pequeño” con un estado que sí hemos comprobado ha fracasado. Pero ya se sabe, que el diseño geopolítico varía en función de que el patrón esté destinado a un miembro de la hispanidad o de la francofonía.

Volviendo a Chomsky, a modo de explicación para que Ernesto comprenda lo de mi imperdonable lentitud. Pues voy y saco de la biblioteca el libro que parece estar hecho a la medida de mis necesidades (Estados fallidos: el abuso de poder y el ataque a la democracia) y resulta que su autor dice que el mayor estado fallido del mundo no es ni Somalia, ni Haití, ¡sino EEUU! Todo tiene una explicación: sostiene Chomsky que la democracia estadounidense es más falsa que un duro de madera porque, en realidad, sólo cumple con los objetivos e intereses de una minoría, los de sus élites, dando la espalda a la voluntad de la inmensa mayoría. Para probarlo, pone entre otros ejemplos el de la resistencia de las élites (sometidas a la industria farmacéutica) a poner en marcha una asistencia médica como la que tenemos en España y que, se supone, es prioridad urgente para la gran mayoría del pueblo americano.

Miro la fecha de publicación de la obra (2006) y no puedo evitar preguntarme qué pensará Obama de estas predicciones ahora que ha descubierto a costa del hundimiento de su popularidad lo equivocado que estaba Chomsky al apostar porque el pueblo americano cerraría filas con él en la reforma sanitaria frente al enemigo del gran capital. Quizás de ahí la decisión de Obama de viajar menos y centrarse en la oración.

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